El pasado jueves 6 de noviembre, el Congreso de Perú declaró a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, como persona non grata, una figura diplomática que se utiliza para señalar a una persona como "indeseable" dentro del territorio de otro país
De acuerdo con los legisladores peruanos, la decisión se tomó porque la mandataria mexicana habría intervenido en asuntos internos del Perú, argumento que fue rechazado tanto por Sheinbaum como por la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La dependencia mexicana sostuvo que se trata de una "interpretación incorrecta del derecho de asilo" y defendió que México actuó conforme al derecho internacional.
Aunque es la primera vez que Claudia Sheinbaum recibe este calificativo, no es un hecho inédito en la historia reciente del país.
Al menos tres presidentes mexicanos antes que ella también fueron declarados personas non gratas por distintos gobiernos del mundo.

A continuación te contamos quiénes fueron y por qué

Recordado por su "guerra contra el narco", Felipe Calderón Hinojosa fue el primer expresidente mexicano declarado persona non grata por el gobierno de Venezuela, tras un comentario publicado durante la Copa América de 2015.
En la entonces plataforma Twitter, Calderón calificó el desempeño del equipo venezolano como "sucio" y añadió que "parece que los entrenó Maduro". La publicación fue interpretada por el gobierno de Nicolás Maduro como una ofensa directa tanto al presidente como al orgullo nacional.

El exmandatario respondió con sarcasmo, agradeciendo la declaración y asegurando que sería "más grave ser grato para un déspota"
En represalia, Maduro lo acusó públicamente de haber visitado Venezuela con dinero del narcotráfico, lo que Calderón negó rotundamente con una frase que se volvió viral: "los narcos son los más sorprendidos", en alusión a la guerra que él mismo impulsó contra los cárteles.
En enero de 2025, la Asamblea Nacional venezolana renovó su declaración por el apoyo de Calderón al presidente electo Edmundo González Urrutia, reconocido por varios países pero no por el régimen chavista. La participación del exmandatario en una reunión en Panamá junto a González, para discutir estrategias sobre la transición política venezolana, fue calificada por el gobierno de Maduro como un intento de "promover un golpe de Estado".

Meses después, Maduro volvió a referirse a Calderón con insultos, llamándolo "enanito, narcotraficante, convicto y confeso" así como "criminal asesino de los cárteles de droga"

El primer presidente que rompió con la hegemonía del PRI en México también figura en la lista venezolana. Vicente Fox Quesada fue declarado persona non grata por el gobierno de Nicolás Maduro en 2017, durante las protestas contra las políticas autoritarias documentadas por Human Rights Watch y en medio de una profunda crisis humanitaria.
Fox había manifestado abiertamente su apoyo a los grupos opositores y criticado al gobierno venezolano por las violaciones a los derechos electorales. Participó incluso en una misión de observación electoral, acción que Caracas interpretó como una forma de "incitar a la violencia", abusar de la hospitalidad del pueblo venezolano y promover una intervención extranjera.
Ocho años después, en 2025, la Asamblea Nacional de Venezuela volvió a declarar a Fox persona non grata, esta vez por su apoyo al presidente electo Edmundo González Urrutia, reconocido por varios gobiernos extranjeros pero no por el partido de Maduro.

El expresidente mexicano fue contundente en sus declaraciones: "El gorila dictador se tiene que ir pa´ su casa, y más vale que busque una salida para él, sino va a tener que salir con los pies por delante... en un cajón". En respuesta, Maduro lo llamó públicamente "la vergüenza de México"

El fundador de Morena y promotor de la llamada "Cuarta Transformación", Andrés Manuel López Obrador, también figura entre los mandatarios mexicanos declarados persona non grata, en su caso por el Congreso de Perú.
La medida se tomó en mayo de 2023, tras sus reiteradas críticas al gobierno de Dina Boluarte, quien asumió la presidencia en diciembre de 2022 luego de la destitución de Pedro Castillo. En sus conferencias matutinas, conocidas como "las mañaneras del pueblo",

López Obrador acusó al Congreso peruano y a Boluarte de haber ejecutado un "golpe de Estado" contra Castillo, a quien consideraba un aliado ideológico. También denunció que el poder legislativo peruano estaba dominado por una "élite corrupta"
El Congreso de Perú aprobó la declaración con 65 votos a favor, argumentando que el mandatario mexicano había intervenido en los asuntos internos del país y violado el principio de no intervención, base de la diplomacia latinoamericana.
Lejos de retractarse, López Obrador respondió con ironía, asegurando sentirse "orgulloso de no ser grato para esa gente" y afirmando que se sentiría mal "si recibiera condecoraciones o aplausos de ellos".

El conflicto escaló cuando AMLO anunció que México suspendería las relaciones comerciales y económicas con Perú mientras no se restableciera lo que él consideraba una "normalidad democrática"
Las declaraciones de "persona non grata" se han convertido en un reflejo de las tensiones diplomáticas que surgen cuando los discursos políticos cruzan fronteras.
Desde Fox y Calderón hasta López Obrador y ahora Claudia Sheinbaum, los episodios muestran cómo los líderes mexicanos -con estilos y contextos distintos- han sido señalados por opinar o intervenir, según la mirada de cada país, en temas considerados internos.

Más allá de la anécdota, estos casos revelan un punto constante en la política exterior mexicana: la delgada línea entre la solidaridad ideológica y la soberanía nacional