La autopista Mitla?Tehuantepec llegó al discurso público como un "avance histórico": fue inaugurada por la presidenta en enero de 2025 como la vía que reduciría el tiempo entre la capital oaxaqueña y el Istmo de Tehuantepec de más de cuatro horas a alrededor de dos horas y media, recorriendo unos 169 kilómetros y, según el gobierno estatal, beneficiando a 1.4 millones de personas en 14 municipios.
Sobre el papel, la obra figura entre las más costosas y complejas del sexenio, anuncios oficiales atribuyen inversiones desde 42 mil 752 millones de pesos, en paralelo, el Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN) registró autorizaciones para apoyar obras faltantes por 6 mil millones de pesos en 2024 y un apoyo adicional de 3 mil millones en enero de 2025 ?9,000 millones en total? para financiar parcialmente los trabajos pendientes.
En los primeros meses de operación empezaron a aparecer los problemas prácticos. En junio de 2025, las lluvias e impactos del huracán Erick provocaron un derrumbe dentro del túnel conocido como "El Tornillo", obligando al cierre total del tramo. La emergencia técnica dejó al descubierto retos de diseño, mantenimiento y gestión de riesgo.
Desde entonces las autoridades federales y estatales informan trabajos de remoción y rehabilitación, pero no existe una fecha firme de reapertura: se han anunciado labores continuas, la construcción de un viaducto alterno y limpieza del túnel; acciones que podrían extenderse al cierre de 2025 y parte de 2026 mientras tramos de la vía permanecen operativos y otros cerrados.
Las autoridades federales y estatales sostienen que existen cronogramas, supervisión técnica y fondos asignados para complementar y mantener la obra, y documentación oficial apunta a indicadores de avance en los tramos; sin embargo, entre expectativas y desconfianzas, vecinos reconocen que la autopista puede reducir tiempos y costos de traslado cuando opere plenamente, pero hoy pesa la interrupción.