La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) desplegó el Operativo Sable en Juchitán de Zaragoza tras detectar presuntos vínculos entre elementos de la Policía Municipal y la delincuencia organizada. La acción fue ejecutada con el respaldo de fuerzas federales y estatales, enfocándose principalmente en el cuartel policial y el Centro de Comando y Control (C2) del municipio.
El fiscal general Bernardo Rodríguez Alamilla confirmó que esta medida responde a labores de inteligencia que evidenciaron la participación de policías locales en actividades ilícitas, lo que llevó al retiro temporal de los 218 elementos de la corporación para someterlos a pruebas de control y confianza.
Durante el operativo, fueron detenidas dos personas: N.H.B., de 45 años, presunto "halcón", y R.D.M.L., de 35 años, a quien se le aseguraron narcóticos. También se decomisaron varias armas de fuego, entre ellas una Colt calibre .45 con cargador abastecido, un arma Pietro Veretta, otra más sin identificación en el sistema de Licencia Oficial Colectiva (LOC), así como cartuchos calibre 7.62N, dos casquillos, y chalecos antibalas.
Las autoridades aseguraron además la armería municipal tras detectar irregularidades en el uso de armamento y permisos de portación. El control de la seguridad en Juchitán fue asumido por la Policía Estatal, en coordinación con la SEDENA, la SEMAR y la Guardia Nacional.
El mando operativo quedó bajo supervisión de la Mesa de Seguridad Estatal, mientras que tanto el C2 como el C4 quedaron bajo la administración directa de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) para garantizar una respuesta oportuna ante emergencias. La intervención tendrá una duración inicial de tres meses, mientras se evalúa al personal municipal.
Como parte de una segunda etapa del operativo, se implementará una estrategia integral de vigilancia que incluye acciones en la periferia del municipio y un reordenamiento del transporte público mediante la revisión de taxis, mototaxis y unidades del servicio urbano.