La sequía continúa empeorando progresivamente en distintos puntos de la entidad oaxaqueña, cada vez, es más frecuente las protestas por falta del vital líquido en periodos de 30 días o más, en colonias o agencias de las principales poblaciones.
Ante las fallidas estrategias del gobierno, ciudadanos han buscado soluciones que se adapten a sus necesidades y requerimiento, siendo uno de los más viables la apertura de pozos profundos o artesanales.
El Registro Público de Derechos de Agua, administrado por la Comisión Nacional del Agua, tiene inscritos en su base de datos 519,642 títulos de concesión de aguas nacionales que amparan su uso u aprovechamiento, de estos títulos, el 70 % corresponde a pozos que extraen directamente el agua subterránea, y el 30 % restante corresponde a aprovechamientos de agua que se encuentran en la superficie (manantiales, ríos, lagos, etc.).
Aunque esta opción se visualiza como viable, no siempre resulta positivo, ya que la sequía y la sobre explotación de los mantos acuíferos hacen cada vez más difícil su extracción, pasando de 3 metros, hasta 50 o 70 metros para conseguir una fuente estable de agua, además de los costos de hasta 100 mil pesos para su construcción y equipamiento, sin mencionar lo difícil de la otorgación de los permisos
Ni agua entubada, ni pipas o pozos, resultan suficientes ante la alta demanda de agua potable, un panorama alarmante que impacta a las generaciones presentes y futuras.