Pirotecnia, tradición que mantiene altos riesgos para menores

La temporada festiva vuelve a encender las alertas sobre el riesgo que enfrenta la niñez oaxaqueña por el uso de pirotecnia. Desde 2024, los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) han advertido que durante las celebraciones decembrinas y fiestas patronales las atenciones por quemaduras en urgencias aumentan entre 20 y 30%, afectando principalmente a niñas, niños y adolescentes. A esto se suma la advertencia de la Coordinación Estatal de Protección Civil y Gestión de Riesgos, que cada diciembre registra más de 170 casos de quemaduras, con lesiones recurrentes en manos, ojos y rostro.

Incidentes ocurridos en 2025 confirman la persistencia del problema. En septiembre, una celebración sindical en el centro de la capital dejó heridos a dos menores y un adulto tras la explosión de artefactos pirotécnicos. Un mes después, una niña estuvo a segundos de resultar lesionada durante una explosión en una calenda en Oaxaca. Y el 28 de noviembre, un puesto ambulante que vendía pirotecnia se incendió en San Juan Bautista Tuxtepec, aunque en este caso no se reportaron lesionados.

Las celebraciones religiosas, patronales y populares son los escenarios más recurrentes de accidentes. También representan riesgo las familias que almacenan pirotecnia en casa o permiten su uso sin vigilancia adulta. Menores manipulando cohetes, consumo de alcohol y uso de soportes inestables conforman un entorno donde los riesgos se multiplican.

Cuando niñas, niños o adolescentes resultan lesionados, los SSO advierten que las quemaduras de segundo y tercer grado requieren atención urgente y, en casos severos, traslado a unidades especializadas fuera del estado. Estas lesiones no solo dejan cicatrices permanentes, sino que generan traumas emocionales y cargas económicas que afectan a las familias durante años.

La persistencia de accidentes marca que las campañas de prevención no han logrado contrarrestar la arraigada tradición festiva, la demanda social y la informalidad del comercio pirotécnico, que continúan ignorando los riesgos reales, minimizándolos.