El 19 de julio, la presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo, visitó el municipio de San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca, donde tenía el objetivo de inaugurar y entregar el hospital del IMSS Bienestar construido con el recurso de la venta del avión presidencial, sin embargo, esta acción fue pospuesta ante la falta de insumos como el oxígeno. La mandataria Federal remarcó que, dentro de poco, también se atenderán las necesidades básicas en materia de salud en el estado de Oaxaca, ya que se han tenido constantes reportes de falta de equipos e insumos, así como medicamentos para la atención de la población, diagnosticando que se requieren alrededor de 3 mil millones de pesos para cubrir estas necesidades, volviéndose a comprometer con la gestión de este recurso.
El sistema IMSS-Bienestar en Oaxaca sigue dando de qué hablar, especialmente en comunidades vulnerables. A pesar de que el gobierno federal asegura que el abasto de medicamentos en el estado alcanza un 90% en este año y que se han destinado 284 mil millones de pesos a nivel nacional para garantizar insumos en los periodos 2025-2026, sin embargo, múltiples hospitales en Oaxaca operan en condiciones críticas y se agudiza en servicios especializados como oncología, nefrología y gineco-obstetricia.
Se tiene en cuenta que los problemas de desabasto no son nuevos, lo que agrava el riesgo para enfermos crónicos como sucedió en enero donde padres de familia del Hospital de la Niñez Oaxaqueña alertaron de solo una disposición del 30 por ciento de los materiales requeridos para quimioterapias, poniendo en riesgo a 168 pacientes pediátricos con cáncer debido a lo caro que sale costear la enfermedad sin que lo cubra el sistema público. El tratamiento inicial de quimioterapia cuesta en promedio 74 mil pesos por seis meses, pero el tratamiento completo anual puede exceder los 2 millones de pesos. Familiares han mencionado pagar entre 30 mil y 100 mil MXN por medicamento, y aunque no existen cifras oficiales sobre cuántos menores y adultos han abandonado sus tratamientos, casos como el del paciente oncológico Héctor García Ríos, quien firmó alta forzada al no encontrar sus medicamentos para quimioterapia, reflejan la gravedad de la situación.
La Secretaría de Salud estatal ha intentado minimizar la crisis alegando que se trata de problemas de "transición logística". Sin embargo, el contraste entre el discurso oficial y la realidad en hospitales pone en evidencia una crisis donde la salud de miles de oaxaqueños sigue en juego mientras no se resuelva el acceso equitativo a medicamentos e insumos esenciales.