El sistema de educación en México ha intentado abordar la salud emocional docente desde los Consejos Técnicos Escolares (CTE), mediante la exposición de sus preocupaciones y de las problemáticas a las que se enfrentan; si bien, se trata de una propuesta interesante, es insuficiente y no funcional para una atención personalizada, que satisfaga las necesidades emocionales y/o psicológicas de cada profesor.
"Yo creo que eso es lo más complejo, la atención de distintas áreas en una sola directriz, tomando en cuenta a los diferentes contextos, situaciones y personas", expuso Jenireli Hernández Muñoz, maestra de una Telesecundaria semirrural.
"Sí me parece interesante que haya espacios en los Consejos Técnicos, donde se puedan hablar sobre elementos emocionales, al menos para cachar la idea de que por ahí puede estar existiendo algún tipo de malestar; trabajarlo ahí creo que es imposible", destacó Viridiana Vázquez García, maestra en Psicología Clínica y doctora en Desarrollo Humano.
Los docentes como pilar para el funcionamiento social, puesto que en ellos recae gran parte de la formación personal, académica y/o profesional de las generaciones y por ende la evolución del colectivo; implican su concepción como "personas" que trabajan con "personas en desarrollo", por lo que el ocuparse de su bienestar evitará que sus malestares atraviesen a quienes comparten su espacio de enseñanza-aprendizaje.
"Creemos que hacemos las cosas bien, pero muchas veces también cargamos con la culpa de saber que no hacemos lo que el niño verdaderamente necesita o de darle la atención, al no ser nosotros especialistas; el trabajo lo hacemos desde un sustento, una planeación, un diagnóstico", resaltó la maestra Jenireli.
"Los maestros tienen que tener algo más aparte de ser docentes, y no nada más su familia; inscríbete a un curso de canto y aprende a cantar, inscríbete a un curso de música y aprende a tocar un instrumento", exhortó la doctora Vázquez García.
Que los docentes solo concentren sus recursos, energía, y tiempo a su labor y/o a su familia, sin espacios que favorezcan su desarrollo o atiendan sus gustos y necesidades, implica un desgaste físico, psicológico, emocional que además de incitar a un fenómeno de despersonalización, los conduce a la no funcionalidad, tras atentar con su salud.
"Yo tengo capacitación en equidad de género, diversidad sexual, comunidades indígenas, estuve trabajando en la Sierra Negra, he tomado capacitaciones en lengua de señas, braille y un poquito de asesoría en discapacidad intelectual, hasta el momento a eso me he enfrentado; y "plasmar todo esto en cuanto a recursos, evidencias, seguimientos, protocolos, es algo muy complicado", resaltó Sarahí Elizalde Solar, Maestra de Telesecundaria.
"Creo que es importante que se pueda avanzar en la contratación de psicólogos totalmente capacitados y aptos para atender a la población; creo que eso es algo que se va a dar a lo largo de los años, esperando que así suceda, sino es que se convierte en una utopía", remarcó la doctora Vázquez García.
La valoración de la salud mental para el ejercicio de la labor docente, desde el sistema educativo y sobre todo desde los gobiernos, es urgente; sin embargo, mientras se cae en cuenta de ello, maestras y maestros no pueden dejarse en último elemento de su lista de prioridades.