La "Alberca Olímpica Francisco Márquez" en Ciudad de México, vio nacer en 1995 el proyecto de vida del doctor Raúl Alejandro Cure García, Neurólogo, Maestro en neurodesarrollo y especialista en medicina del deporte; consistente en la rehabilitación integral en comunidad, de niños con discapacidad, afectaciones psicológicas, y/o alteraciones en su desarrollo, a través de la estimulación en el agua.
"Cuando trabajé en las acuáticas Nelson Vargas allá en México, al ser médico, daba clases en las mañanas y me asignaban a los menores especiales, pero yo no sabía cómo manejarlos, apenas acababa de recibirme; entonces fue la natación la que me permitió utilizar el trabajo y las técnicas que con niños sin discapacidad", recordó el doctor Cure García, quien además participó en un centroamericano en México, en el 75, y rompió récord de extra frontera en natación y cuanta con un Diplomado en Medicina del Deporte.
"Estamos compuestos en un 70% de agua", "al ser agua y al entrar en ella, formamos parte de un hábitat donde podemos desarrollarnos mejor. Para poder nadar, o aprender a nadar se entrena el proceso de respiración eso favorece muchas cosas a nivel físico y a nivel cerebral", destacó Humberto Merino Hernández, Psicólogo.
Más allá contribuir en las condiciones generales de los pequeños con discapacidad, la mejora para su desarrollo integral debe trabajarse desde el plano físico, mental, espiritual y afectivo; por lo que Cure García propuso el conectarse con su entorno y en una segunda fase, con quienes los rodean: padres o cuidadores primarios, de primera instancia.
"Los papás me comentaban: fíjese que la nación ha ayudado al niño porque ya empieza a hablar, a moverse, duerme mejor, tiene mejores conductas en la escuela; sin saber que el agua fría también estaba involucrada, así como algunos masajes que les hacíamos", resaltó Cure García.
"Cuando ven al pequeño dentro de la alberca, ven un logro: que se relaja, tranquiliza, que tienen ese acercamiento; la misma familia ve los beneficios, y se renueva", dijo Merino Hernández.
En un ambiente acuático artificial, controlado, se intercambian, comprenden y gestionan emociones; útil para trabajar con personas con discapacidad, y cuestiones psicológicas o emocionales.
"En una UBR en Coxcatlán, donde la persona que estaba trabajando solo era médico general, no era terapeuta; recordar que en el 2000- 2007 no se conocía la fisiatría en México y mucho menos en Tehuacán, eso me permitió comenzar a trabajar mis conocimientos, y trabaje 6 años en Coxcatlán, 3 años aquí en el CRIT, 3 años en Altepexi y 1 año en San Sebastián"; compartió el doctor Alejandro.
Con el inicio del siglo XXI, el doctor Cure García comenzó a trabajar con algunos deportistas en la región de Tehuacán; para el 2007 sus técnicas se formalizaron con el involucramiento de los padres en la rehabilitación de sus hijos. En el periodo más reciente, han sido más de 60 menores con los que trabajó la propuesta de terapia integral de rehabilitación en comunidad.