La austeridad económica en México busca reducir el gasto del gobierno y disminuir los déficits públicos mediante medidas de ahorro.
Entre los recortes más significativos, destacan el 53% menos en viáticos para servidores públicos, 100% menos en algunas dietas, 60% menos en servicios en el extranjero, 50% menos en pasajes aéreos, 88% menos en vehículos oficiales, 84% menos en congresos y convenciones y 55% menos en servicios de telefonía celular. Estas acciones buscan una administración más eficiente y transparente, aunque pueden generar desafíos relacionados con la calidad de los servicios y la capacidad operativa del gobierno.