En Toluca, la apuesta por la movilidad sustentable ha cobrado fuerza en los últimos años con la construcción de ciclovías para ofrecer una alternativa segura y eficiente para las personas que usan la bicicleta como medio de transporte.
El proyecto reciente más destacado ha sido la ciclovía en el bulevar Isidro Fabela, que representó una inversión de 16 millones de pesos. La intención es ofrecer una alternativa de movilidad segura para los 77 mil ciclistas que, de acuerdo con el INEGI, se desplazan a diario por la ciudad.
Sin embargo, la realidad dista mucho del ideal: la infraestructura ciclista en Toluca sigue siendo limitada, insegura y, en muchos casos, invadida. Avenidas clave como Isidro Fabela, López Portillo y Paseo Colón presentan tramos de ciclovías que incumplen con las condiciones mínimas.
Las ciclovías carecen de mantenimiento adecuado, se han convertido en zonas de estacionamiento improvisado, ocupadas por automóviles particulares, unidades de transporte público, camiones de carga e incluso puestos de comercio informal.
En lugar de contar con un trayecto fluido y protegido, los ciclistas deben sortear obstáculos como cajas, garrafones, carritos de venta ambulante y vehículos estacionados sobre el carril exclusivo.
Según expertos, 75% de los ciclistas en la capital mexiquense usan este medio para trasladarse entre zonas de trabajo y comunidades de la región norte
La situación actual de las ciclovías en Toluca refleja una discrepancia entre el mundo ideal y las condiciones reales de uso.