¿Estamos perdiendo la ortografía? Pantallas, prisas y desinterés

En un mundo cada vez más conectado por pantallas, emojis y abreviaciones, la ortografía parece haber quedado en segundo plano.

Entre mensajes instantáneos, publicaciones en redes sociales y una educación cada vez más presionada por otras prioridades, surge una pregunta urgente, ¿estamos perdiendo el dominio del lenguaje escrito?

En el Estado de México, por ejemplo, la tasa de analfabetismo entre personas de 15 años y más es de 3 de cada 100, una cifra menor al promedio nacional de 5 de cada 100, según datos del Gobierno del Estado de México. Sin embargo, el mayor porcentaje de población analfabeta se concentra en personas de 75 años y más, donde el analfabetismo alcanza el 22 por ciento.

A decir del licenciado en educación, Justo Jesús Ortiz, el uso constante de dispositivos móviles ha sido clave para que muchas personas, especialmente jóvenes, olviden las reglas básicas de una buena ortografía. El autocorrector, los mensajes instantáneos con abreviaciones y la falta de lectura profunda han debilitado el hábito de escribir correctamente.

Las consecuencias son evidentes. Aquellos con deficiencias ortográficas tienden a presentar dificultades de comprensión lectora, ya que una mala escritura suele ir acompañada de una lectura superficial. Además, la redacción se ve afectada pues sus textos carecen de claridad, coherencia y estructura.

La ortografía no solo refleja el nivel educativo de una persona, sino también su compromiso y atención al detalle. Ya sea en el aula o en la oficina, escribir correctamente sigue siendo una herramienta clave para el aprendizaje, la comunicación y el desarrollo profesional. En un entorno cada vez más digital, retomar el valor de la buena escritura no es solo una necesidad académica, sino una responsabilidad social y laboral.