Las autoridades de Florida han implementado una estrategia poco convencional para enfrentar la creciente plaga de pitones birmanas en los Everglades: el uso de conejos robots equipados con transmisores.
La Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre del estado busca rastrear a estas serpientes invasoras, que han devastado a la fauna local al depredar mamíferos como mapaches, venados y liebres. Los "conejos mecánicos", recubiertos con piel realista y dotados de sensores, funcionan como cebo: cuando son ingeridos por las pitones, permiten a los biólogos seguir sus movimientos por GPS y localizarlas para su captura.
El método busca superar la dificultad de detectar a estos reptiles, que pueden superar los cinco metros de largo y se esconden fácilmente en la vegetación pantanosa. De acuerdo con expertos, cada pitón eliminada representa una oportunidad de recuperación para especies nativas que han visto reducidas sus poblaciones en más del 90 % en algunas zonas.
Florida lleva años librando esta "guerra biológica" contra la pitón birmana, introducida por el tráfico de mascotas exóticas y que hoy es considerada una de las principales amenazas ambientales en el sur del estado.