Cada temporada de lluvias deja la misma postal: calles inundadas, autos varados y cortinas metálicas bajadas ante el avance del agua. Las imágenes se repiten a lo largo y ancho del Estado de México, donde cientos de comerciantes ven cómo el esfuerzo de años se pierde en cuestión de horas.
En medio de la temporada de lluvias y huracanes que azota al país, más del 80 por ciento de las empresas en México están expuestas a sufrir un daño o pérdida total en su estructura, de acuerdo con datos de ConComercio.
En términos económicos, la institución financiera advierte que el 74 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) se encuentran en zonas susceptibles a sufrir daños por desastres naturales. Y entre las entidades más vulnerables se encuentran la Ciudad de México, Guerrero, Jalisco, Quintana Roo, Tabasco y el Estado de México.

En el caso del Valle de Toluca, la situación es particularmente preocupante. La Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos reporta que solo el 10 por ciento de los negocios cuenta con un seguro que los proteja frente a fenómenos naturales.
De acuerdo con estimaciones del sector, las pérdidas derivadas de las inclemencias meteorológicas entre daños en equipo, mobiliario e inventario pueden alcanzar entre 60 y 100 mil pesos

Para la asesora de seguros certificada, Fátima Ordóñez Ruiz, un seguro empresarial debería "ser tan indispensable como el seguro de auto." Sin embargo, indica que "la cultura del aseguramiento es baja, incluso cuando los eventos naturales son cada vez más agresivos."
Cada tormenta pone a prueba la resistencia de los negocios mexiquenses, que siguen enfrentando la naturaleza sin más protección que su propio esfuerzo.