Por más que se esconda detrás de uniformes escolares y mochilas de colores, en México, la obesidad infantil prevalece. Según un censo realizado por la Secretaría de Educación Pública, cuatro de cada 10 estudiantes de educación básica presentan sobrepeso u obesidad.
En el Estado de México, 676 mil niñas, niños y adolescentes de entre 5 y 11 años tienen algún grado de sobrepeso u obesidad, según datos oficiales.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, en las infancias en edad escolar de 5 a 11 años en los municipios mexiquenses, se registra una prevalencia del 19% en sobrepeso y del 15.4% en obesidad.
Esto significa que al menos uno de cada tres niños y niñas en estas edades tiene un peso mayor al recomendado.
Conscientes de esta problemática, el 14 de marzo del presente año se implementó una medida significativa: la eliminación completa de los "alimentos ultraprocesados" o comida chatarra en las tiendas de escuelas de nivel básico.
Sin embargo, la realidad no termina en la reja de la escuela. A las afueras, entre lonas y carritos, la comida chatarra sigue estando al alcance de una, a menudo en entornos donde las alternativas saludables son escasas o inexistentes.
Expertos en nutrición advierten que las infancias con sobrepeso y obesidad son mucho más vulnerables a desarrollar padecimientos graves como diabetes, enfermedades cardiovasculares y trastornos musculoesqueléticos
En las escuelas, los niños consumen cada día 550 calorías de productos chatarra. El problema sigue ahí.