Hoy en día, cada vez más personas se suscriben a servicios que permiten acceder a contenidos temporales que no les pertenecen realmente
Un ejemplo común es la música: a través de aplicaciones de pago, puedes acceder a un catálogo completo, pero únicamente mientras tu suscripción se mantenga activa.
Lo mismo ocurre con plataformas de streaming, donde las películas y series solo están disponibles mientras pagues.
Esta dinámica también se aplica a programas de edición como Adobe, libros y audiolibros, aplicaciones de fitness y meditación, almacenamiento en la nube, entre otros.
Aunque quizá no tengas todos los servicios disponibles, es probable que cuentes con al menos uno que ya pagas regularmente, incluso si lo utilizas cada vez con menos frecuencia
¿Qué es el gasto hormiga digital?
El gasto hormiga digital se refiere a pagos pequeños y recurrentes por servicios en línea que parecen insignificantes en el momento, pero que, acumulados, representan una suma considerable a lo largo del año.
En México, según la plataforma especializada Bango, los ciudadanos gastamos en promedio 9,168 pesos al año en suscripciones digitales. La mayoría de estos gastos se concentran en:
Otros ejemplos incluyen aplicaciones de reparto como Uber Eats o Rappi, así como servicios de transporte privado.
Al estar digitalizados y automatizados, sus costos pasan desapercibidos, haciendo que el gasto se acumule sin que lo notes
El impacto de las suscripciones en las finanzas personales
Este modelo de suscripciones ha permitido que muchas empresas alcancen valores multimillonarios. Por ejemplo, Spotify reporta 675 millones de usuarios activos mensuales, que generaron en 2024 aproximadamente 341 mil millones de pesos, según la propia compañía.
El problema se ve agravado porque la mayoría de estas suscripciones se renuevan automáticamente, convirtiendo pruebas gratuitas en pagos recurrentes sin que el usuario lo perciba.
En México, el 39% de las personas paga por servicios que no utiliza. Factores como promociones iniciales gratuitas y la falta de revisión periódica de extractos bancarios aumentan la probabilidad de gastar de más.
La facilidad de pago digital, con cargos directos a tarjetas, hace que estos egresos pasen desapercibidos, especialmente para quienes consumen contenidos en línea, lo que fomenta la contratación de más servicios.
Aunque existen paquetes con descuentos, sin control, estas suscripciones terminan siendo un agujero silencioso en el presupuesto
Ejemplo práctico
Imagina a una persona con las siguientes suscripciones:
Esto suma 925 pesos al mes, o 11,100 pesos al año, sin contar extras como comida a domicilio o transporte privado.
En términos de ingresos, esto podría representar hasta el 11% del salario mensual, afectando metas de ahorro como emergencias o viajes familiares.
En un país donde más del 60% de la población enfrenta dificultades para cubrir gastos básicos, estos "gastos invisibles" pueden desestabilizar el presupuesto y generar estrés financiero
Cómo controlar el gasto hormiga digital
La PROFECO ha emitido varias recomendaciones para mantener bajo control los gastos digitales:
Además, existen aplicaciones que ayudan a gestionar suscripciones:
Cada peso gastado representa tiempo y esfuerzo invertido para ganarlo.
Analizar todas tus suscripciones, buscar alternativas más económicas o gratuitas y priorizar tus objetivos financieros es clave para construir patrimonio y reducir estrés económico.
No dejes que la digitalización absorba, sin darte cuenta, el valor de tu trabajo.
Hacer gastos conscientes es una estrategia práctica para proteger tus finanzas y alinear tus decisiones de consumo con tus metas a futuro