México ocupa el primer lugar en el mundo en niveles de agotamiento laboral extremo, de acuerdo con los más recientes estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El informe señala que más del 75% de los trabajadores mexicanos experimentan altos niveles de estrés y desgaste físico y emocional debido a jornadas laborales prolongadas, falta de descanso suficiente y condiciones precarias en diversos sectores.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los mexicanos trabajan en promedio más de 2,200 horas al año, lo que supera por un amplio margen el promedio de sus países miembros. En contraste, naciones como Alemania o Dinamarca registran menos de 1,400 horas anuales, pero con mayor productividad y equilibrio entre vida personal y profesional.
Especialistas en salud laboral advierten que el síndrome de agotamiento extremo (conocido como burnout) se ha convertido en un problema de salud pública en México. Entre sus síntomas se encuentran ansiedad, insomnio, irritabilidad, pérdida de motivación y, en casos severos, depresión.
"El problema no solo es que se trabaja demasiado, sino que se trabaja en malas condiciones, con salarios bajos, falta de seguridad social y pocas oportunidades de desarrollo. Esto genera un círculo de desgaste que impacta en la salud física y mental de millones de personas", explicó la psicóloga laboral Mariana Torres.
En 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció el burnout como una enfermedad vinculada directamente al ámbito laboral. Sin embargo, en México, los avances normativos para atenderlo han sido limitados, a pesar de que la NOM-035 (que obliga a las empresas a identificar y prevenir riesgos psicosociales) ya está en vigor desde 2019.
Mientras tanto, expertos sugieren impulsar políticas públicas que reduzcan las horas de trabajo, fomenten la desconexión digital y promuevan espacios laborales más saludables, pues de lo contrario, el país seguirá encabezando los rankings de agotamiento y sus consecuencias en la productividad y la calidad de vida.