El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es una condición de salud mental que afecta entre el 1 y el 2 por ciento de la población mundial, y en México se estima que podría impactar a entre el 1.5 y el 5 por ciento de los habitantes.
A menudo padecido en silencio, este trastorno se caracteriza por la presencia de obsesiones, y compulsiones, que son conductas repetitivas realizadas para aliviar ese malestar.
Más allá de los estereotipos que lo asocian con simples "manías" o "perfeccionismo", el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es una condición compleja que implica una lucha interna constante. Se caracteriza por obsesiones, como pensamientos intrusivos o miedos recurrentes, y compulsiones, que son conductas repetitivas destinadas a aliviar la ansiedad que estos generan.
Acciones como lavarse las manos en exceso o verificar constantemente pueden parecer inofensivas, pero reflejan un desafío profundo que, sin atención adecuada, puede impactar gravemente la calidad de vida.
Es importante destacar que con el tratamiento adecuado, más del 70 por ciento de las personas experimentan mejoras significativas en su funcionamiento. La combinación de tratamiento farmacológico y psicoterapia ha demostrado ser eficaz para reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Sin embargo, el TOC también conlleva riesgos graves, como el riesgo de suicidio. Aproximadamente el 50 por ciento de las personas con TOC han tenido pensamientos suicidas en algún momento, y alrededor del 10 por ciento han intentado suicidarse. Por ello, es fundamental buscar ayuda profesional para tratar este trastorno y evitar consecuencias devastadoras.