Hermelinda, la última mecanógrafa del Mercado Juárez
En un rincón del tradicional Mercado Juárez, una vieja máquina de escribir sigue haciendo eco entre las voces y pasos del comercio. Hermelinda Ávila, con más de 25 años en el oficio, podría ser una de las últimas mujeres en ejercer la escritura mecánica como profesión.
El pequeño local donde trabaja es heredado de su madre, de quien aprendió el oficio de manera empírica. Desde joven, Hermelinda comenzó a ayudarla, lo que le permitió adquirir experiencia suficiente para continuar sola cuando su madre se retiró.
"Ella siempre dijo que cuando ya se cansara, por decirlo así, me lo dejaría. Yo ya venía a ayudarle, por eso me fui fogueando con ella. Cuando ella ya se fue, yo lo podía hacer porque tenía poquito de experiencia", cuenta Hermelinda.
Su trabajo consiste en transcribir documentos que van desde demandas legales hasta recetas caseras, ya sea en máquina de escribir o en computadora, cobrando 15 pesos por hoja tamaño carta. Aunque el precio es bajo, el oficio se mantiene más por vocación que por ganancia.
"Sinceramente ya batallo un poquito. Las piezas ya batallaron para conseguirlas, el material para estas máquinas ya batallo para conseguirlas. A veces lo consigo por Mercado Libre", comenta
En tiempos donde la tecnología digital ha facilitado el acceso a computadoras personales y dispositivos móviles, este oficio se ha ido extinguiendo. Hermelinda admite que ya no hay jóvenes interesados en continuar con esta labor, lo que la convierte, posiblemente, en la última representante de una generación que convirtió el teclado mecánico en una herramienta de sustento.