Hablar de la muerte y de lo que ocurre después no es un tema para todos. Mientras algunas personas creen firmemente en el paraíso católico, otras encuentran en la tradición mexica el Mictlán como su visión del más allá, y hay quienes ni siquiera se atreven a imaginarlo.
Como mexicanos, hemos aprendido a celebrar la muerte en lugar de temerla, y prueba de ello es una tradición reconocida a nivel mundial: el Día de Muertos, inspiración de películas, canciones e incluso juguetes.
Esta festividad es una manera de agradecer la vida de los seres queridos que han fallecido, esperando que cada año regresen, aunque sea por un solo día. La forma en que se imagina el más allá varía según la región, la cultura y la sociedad, por lo que existen múltiples versiones sobre el camino hacia el destino final después de la muerte.

Si quieres descubrir cómo se ve lo que hay después de la muerte en México y en otras partes del mundo, sigue leyendo
Creencias mexicanas sobre el más allá
México al ser un país con gran diversidad cultural, las creencias sobre la muerte no se limitan a una sola visión. Desde los tiempos prehispánicos, ya se reflexionaba sobre lo que ocurre cuando el corazón deja de latir.
Los mexicas, por ejemplo, señalaban que el Mictlán era el lugar del descanso eterno creado por los dioses, aunque no todos llegaban allí. Algunos destinos alternativos eran:

El viaje que inicia tras la muerte dura cuatro años, el tiempo que tarda un cuerpo en descomponerse hasta convertirse en esqueleto
La travesía hacia el Mictlán
La leyenda del Mictlán describe un viaje largo y peligroso que las almas deben realizar para desprenderse del mundo terrenal y alcanzar el descanso eterno. Este camino se divide en varios niveles, cada uno custodiado por dioses o criaturas que ponen a prueba a los difuntos:

Al llegar, los señores de la muerte reciben a las almas y les dicen:"Han terminado tus penas, vete pues, a dormir tu sueño mortal."
Xibalbá, el inframundo de los Mayas
El Xibalbá, considerado el inframundo de los mayas, significa "lugar del miedo" y era descrito como un sitio aterrador gobernado por deidades y criaturas misteriosas, destino final de todos los humanos según la tradición maya.
Según el Popol Vuh, relatos sagrados del pueblo k?iche?, el Xibalbá es un laberinto subterráneo al que se accede por cuevas o cenotes, como el Cenote Sagrado de Chichén Itzá. Las almas deben descender poco a poco hacia la oscuridad total, enfrentando obstáculos y pruebas impuestas por los dioses.
Estos son:

Cada uno de estos niveles representa los desafíos físicos, psicológicos y espirituales que el alma debía superar antes de alcanzar el descanso final en el Xibalba
Del Purgatorio al Paraíso
Con la llegada de los españoles en 1521, la visión de la vida después de la muerte en México cambió considerablemente al mezclarse con el catolicismo. Según esta religión:
Separación del alma y el cuerpo: Al morir, el alma se separa del cuerpo, considerado templo del Espíritu Santo, que se entierra con respeto mientras espera la resurrección final.
Juicio final: Cada persona pasa por un juicio en el que se evalúa su vida en relación con Cristo y se determina su destino: cielo, purgatorio o infierno.
Destinos según la fe católica:
Cielo:
Purgatorio:
Infierno:

En resumen, los católicos creen que los justos disfrutarán de la eternidad con Cristo, mientras que los malvados enfrentarán castigo eterno
Cómo se ve la muerte a nivel global
A nivel global, la idea del más allá siempre ha estado vinculada a pruebas o desafíos para trascender, y en muchas culturas, los vivos participan de alguna manera en el tránsito de los muertos.
Si se encontraba cargado de pecados, Ammyt lo devoraba; de lo contrario, Osiris lo recibía y lo resucitaba, mientras los vivos dejaban ofrendas y momificaciones para asegurar la unión eterna.

Hermes guiaba a las almas mientras los vivos podían recurrir a oráculos necrománticos para comunicarse con ellas. La historia de Perséfone, uniendo muerte y estaciones, reflejaba este vínculo entre el mundo de los muertos y los ciclos de la vida.
La memoria de los muertos se mantenía viva a través de sagas, runas y barcos funerarios, resaltando el valor heroico sobre la universalidad del juicio.

Otras tradiciones también ofrecen caminos particulares: en la hinduista, las almas se reencarnan siguiendo el karma acumulado, sin guía fija; y en la budista, la preparación espiritual y la meditación conducen al nirvana, disolviendo el ego y el sufrimiento
Como pudimos ver, la muerte siempre ha sido un tema que fascina y preocupa a la humanidad.
La incertidumbre sobre lo que ocurre con la conciencia o el espíritu después de morir llevó a cada civilización a crear sus propias explicaciones y rituales, intentando dar respuesta a esas preguntas que los atormentaban y, al mismo tiempo, ofrecer consuelo a los vivos.
Y tú, ¿cómo imaginas que es el viaje más allá de la vida?
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