Con rostro renovado, lejos de la violencia y la marginación en que se vio sometido por un sexenio, el municipio alteño de Altamirano festejó a los niños de diversas comunidades en el Día de Reyes, con quienes partió la tradicional rosca en un ambiente de armonía como hace mucho tiempo no se había hecho.
Desde el comienzo de la administración del gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, Altamirano ha gozado de la tranquilidad que por años se le había negado, víctima del amago de grupos delincuenciales que no permitían el desarrollo social en armonía. Hoy, todo el pueblo puede salir a las calles a vivir una vida sin miedo a ser asaltado, secuestrado o coaccionado a participar en la toma de edificios públicos o a tapar carreteras.
Este Día de Reyes también sirvió para la reflexión para que nunca más se permita la intromisión de falsos líderes sociales que también secuestraron al pueblo con falsas promesas que llenaron bolsas ajenas de dinero público.
El festejo a los niños es una muestra de que el gobernador del estado Eduardo Ramírez Aguilar, está cumpliendo con su palabra de mantener la paz necesaria para la convivencia, como la de esta fecha tan importante para la niñez que fue una de las más afectadas durante seis años en que todo fue zozobra y miedo.
El alcalde de Altamirano, Gaspar Sántiz Jiménez fiel intérprete de la nueva política de la Nueva ERA, de buscar la paz y la transformación del estado, dijo en un breve discurso que salir a las calles del pueblo es la mejor prueba de que se acabaron los tiempos violentos y del sometimiento, "hoy vivimos en paz y queremos que esa paz perdure para siempre porque somos gente de trabajo y de unidad y lo vamos a lograr si denunciamos a quienes intenten desestabilizar el orden impuesto desde el nuevo gobierno que encabeza Eduardo Ramírez Aguilar".