Washington criticó con dureza este miércoles la decisión de China de prohibir el uso de procesadores de la firma estadounidense Nvidia en sectores estratégicos, calificándola de una medida "discriminatoria" y "contraria a las reglas del comercio internacional".
El Departamento de Comercio de Estados Unidos señaló que Pekín busca "cerrar su mercado tecnológico a la competencia extranjera", mientras refuerza a sus propias empresas de semiconductores. La medida afecta principalmente a los chips de inteligencia artificial más avanzados de Nvidia, considerados clave en el desarrollo de aplicaciones militares, científicas y de seguridad nacional.
El choque ocurre en vísperas de una llamada programada entre el presidente chino, Xi Jinping, y el Presidente estadounidense Donald Trump, quien ha prometido endurecer la política comercial frente a China.
"China está utilizando el acceso a su mercado como arma política", declaró un funcionario estadounidense bajo condición de anonimato. En contraste, Pekín defendió el veto al alegar que responde a motivos de seguridad nacional y a la necesidad de reducir la "dependencia de tecnologías extranjeras".
El organismo regulador de internet en China, la Administración del Ciberespacio (CAC, por sus siglas en inglés), instruyó a sus grandes empresas tecnológicas, como ByteDance y Alibaba, a suspender las pruebas y los pedidos del chip RTX Pro 6000D, un componente que Nvidia diseñó especialmente para este mercado.
El conflicto se suma a la creciente rivalidad tecnológica entre las dos potencias, que ya se enfrentan en disputas sobre 5G, paneles solares y baterías eléctricas. Analistas prevén que el tema será uno de los puntos más tensos en la conversación entre Xi y Trump, cuyo resultado podría marcar el rumbo de la relación bilateral en los próximos meses.