Aunque la lucha de mujeres en pro de la igualdad, justicia, paz y el desarrollo ha tenido avances importantes, aún queda mucho por hacer para lograr que tanto hombres como mujeres tengan las mismas oportunidades sin importar la diferencia de sus condiciones.
Hay mujeres que, pese a las adversidades, la edad o los mismos roles que impone la sociedad, deciden romperlos y lograr sus objetivos.
Alma, Irene, Martha y Nayeli, son cuatro mujeres de diferentes generaciones y con distintos oficios que han logrado balancear su vida personal y laboral? para algunas no ha sido difícil, pero para otras, lograr sus objetivos significó un reto mayor.
"Que se animen, yo también tenía miedo, me sentía inútil, me sentía menos, pero cuando dije ?yo puedo-, aquí estoy".
Alma desde muy pequeña deseaba ser profesora de educación física, pero quedar embarazada a temprana edad le truncó dicho anhelo y por más de 20 años se dedicó únicamente al cuidado de su familia.
Hoy, motiva a más mujeres a sentirse bien con ellas mismas.
"Yo tengo 53 años y me siento bien? una mujer haciendo ejercicio, haciendo lo que nos gusta, nos podemos proyectar".
Una historia similar ocurrió con Irene, una conductora del programa "taxi rosa", quien lamenta que el trabajo de las amas de casa no sea reconocido ni remunerado.
"De manera personal me he sentido muy bien, muy útil porque en casa nada más nos dedicamos a las labores de la casa, es muy valioso, pero no nos valoran".
Aunque no para todas las mujeres lograr sus metas ha sido difícil, reconocen que cuando se convierten en madres, el sistema no se adapta a sus necesidades o nuevas circunstancias y es ahí donde comienzan los obstáculos.
Martha Consuelo, se ha dedicado a la docencia por 30 años y ahora que dirige una institución, sabe que tiene la responsabilidad de abrir brecha a las nuevas generaciones.
"Tener el reconocimiento de una misma, que una puede, puede estar detrás de un escritorio, bien preparadas, bien formadas y siempre creyendo en tu esencia".
O Nayeli, una joven que ha decidido extinguir estereotipos y ser una de las cuatro mujeres bomberas en la estación poniente de Tuxtla Gutiérrez.
"Hay que quitarnos el miedo ya que este tema sobre operatividad fue un tema de tabú y con el paso de los años se fue generando la igualdad de género".
Ella, incluso se ha convertido en inspiración y ha demostrado que no importa el género, pues todas y todos pueden desempeñar lo que más desean en la vida.
"Es raro ver a una mujer en bomberos, la verdad, pero se siente bonito porque las mujeres te alagan".