Un brazalete de oro y lapislázuli, perteneciente al faraón Amenemope, ha desaparecido del Museo Egipcio de Tahrir, en pleno centro de El Cairo
El caso encendió las alarmas en el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, que abrió una investigación interna y notificó a la Fiscalía para esclarecer cómo una pieza de tal valor histórico pudo esfumarse de un laboratorio de restauración.
La joya formaba parte del ajuar de Amenemope, soberano del Tercer Período Intermedio, hace más de 3,000 años.
No es cualquier adorno: se trata de un testimonio material de una época en que los faraones intentaban mantener en el antiguo Egipto
Seguridad en entredicho
El brazalete estaba bajo resguardo en un laboratorio considerado "seguro".
Sin embargo, el ministerio reconoció que, tras el hallazgo de la desaparición, tuvo que tomar medidas inmediatas: se distribuyeron imágenes de la pieza en fronteras, aeropuertos y puertos para impedir un posible contrabando.
Además, se formó un comité especial encargado de revisar uno por uno los objetos del laboratorio.
El incidente también reaviva preguntas sobre la seguridad en los museos egipcios, donde el tráfico ilícito de antigüedades sigue siendo un problema recurrente
Rumores y aclaraciones
En redes sociales circularon fotos que muchos tomaron como prueba de la desaparición.
Pero las autoridades precisaron que se trata de pulseras similares que siguen en exhibición en el segundo piso del museo.
"El que está siendo investigado es completamente diferente", subrayó Mohamed Ismail Khaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades
El ministerio admitió que retrasó el anuncio público del caso.
La razón: evitar que la investigación se viera comprometida.
Mientras tanto, el paradero del brazalete continúa siendo un misterio y su pérdida potencial vuelve a poner a Egipto bajo la lupa internacional, no por sus hallazgos arqueológicos, sino por la fragilidad en la protección de su patrimonio.