Soñar distinto sufrir el doble: La odisea imposible de los jóvenes

Los jóvenes enfrentan múltiples obstáculos para alcanzar sus metas y sueños, sobre todo cuando estos se ubican en áreas poco convencionales. Aunque la juventud mexicana se caracteriza por su talento, creatividad y resiliencia, las condiciones sociales, económicas y educativas suelen limitar su desarrollo.

1.4 millones de profesionistas mexicanos se encuentran en el extranjero y poco más de 30 mil personas con posgrado radican en al menos 56 países con perfiles de alto nivel y solidez académica, de acuerdo a la Secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti)

Uno de los ejemplos más destacados es el de Diego Pérez Reyes, un joven originario de Actopan, Veracruz, quien ha logrado destacarse en el ámbito de la exploración espacial. Su dedicación y pasión lo llevaron a ser aceptado en programas prestigiosos de la NASA.

"Ha sido un proceso muy largo y complicado, conlleva mucho esfuerzo y entregar lo mejor de sí mismo"

Actualmente Diego Pérez Reyes es uno de los cuatro jóvenes que buscan ir al espacio por la misión organizada por SERA Space, que contempla a personas de distintos países y espera ser uno de los seleccionados para llegar al espacio exterior, en esta fase se seleccionará de acuerdo a su trayectoria y trascendencia.

"mi sueño es llegar a marte, quiero saber que más hay para la humanidad"

Si bien en los últimos años han surgido ejemplos inspiradores de mexicanos que han participado en programas de la NASA o empresas aeroespaciales, estos casos suelen ser excepciones que dependen más del esfuerzo individual que de un sistema sólido de apoyo.

Para que aspirar a ser astronauta, científico o innovador deje de ser un ideal lejano y se convierta en una opción real, es necesario invertir en educación y generar políticas públicas. Sólo así México podrá ofrecer a sus jóvenes un entorno en el que soñar en grande no sea sinónimo de imposible.