El tráfico aéreo en Estados Unidos regresó a la normalidad este lunes 17 de noviembre, luego de más de una semana de afectaciones causadas por la escasez de controladores aéreos durante el cierre del gobierno federal.
Las ausencias de estos trabajadores provocaron cancelaciones y retrasos diarios en los 40 aeropuertos principales del país, afectando miles de vuelos y a millones de pasajeros.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, informó en un mensaje publicado en X que "el tráfico aéreo ha vuelto a la normalidad tras el regreso de los controladores a las torres". Además, defendió la entrega de bonificaciones para quienes no faltaron durante todo el cierre, a pesar de no recibir salario por 43 días, el periodo que duró la paralización federal más larga en la historia estadounidense.

De acuerdo con Duffy, a partir de las 6:00 horas del este de Estados Unidos, las aerolíneas retomaron operaciones regulares en todo el país. La decisión se tomó luego de varios días con el personal suficiente en las torres de control para garantizar la seguridad aérea. En su mensaje, el secretario también destacó que ahora podrán enfocarse en la contratación y modernización del sistema de control de tráfico aéreo.
La diferencia en las cifras refleja la recuperación. En el punto más alto de la crisis, el sitio FlightAware registraba casi 3 mil cancelaciones diarias, lo que afectó vuelos en ciudades como Los Ángeles, Chicago, Miami, Washington y Nueva York. Este lunes, el número se redujo a apenas 32 cancelaciones y alrededor de 540 demoras, muy lejos de las más de 9 mil reportadas en un solo día durante las restricciones.
Las medidas aplicadas desde el 5 de noviembre por el Departamento de Transporte y la Federación Federal de Aviación (FAA) incluyeron la disminución escalonada de hasta 6% del tráfico en 40 grandes aeródromos. Estas acciones buscaban compensar la ausencia de hasta 3 mil controladores que no pudieron asistir debido a la falta de pago durante el cierre.

Además del tráfico aéreo, otras restricciones asociadas al cierre del gobierno también llegarán a su fin. Entre ellas están los límites a los lanzamientos espaciales comerciales, las restricciones a operaciones generales en 12 aeropuertos y los controles en actividades como paracaidismo y fotografía en zonas con riesgo de colisión.
La normalización de las operaciones representa un avance importante para el sector aéreo y para millones de personas que dependen de él. Sin embargo, autoridades estadounidenses reconocen que será necesario reforzar la contratación y mejorar la infraestructura tecnológica para evitar crisis similares en el futuro.