"Es una pulquería, el pulque es una bebida de los dioses, es un destilado de maguey", explicó Martín Ortiz, encargado del lugar.
Este espacio se ha ganado el cariño de quienes buscan una bebida tradicional con un toque de novedad. Aquí, el pulque se ofrece en su forma natural, pero también en su versión más divertida: los curados, sabores que varían según la temporada.
Martín, quien atiende con gusto detrás de la barra, explica que cada visita puede ser diferente, ya que los sabores cambian constantemente: guayaba, avena, piñón, frutos rojos... la sorpresa es parte de la experiencia.
Además del pulque, lo que atrapa es el ambiente: música relajada, paredes llenas de arte y una decoración psicodélica que invita a quedarse más de la cuenta. Todo el espacio transmite la filosofía del lugar: disfrutar sin prisas, entre gente amable que siempre recibe con una sonrisa y un saludo cordial.
Si buscas un trago fresco, una charla casual o simplemente dejarte llevar por la calma del momento, El Caxcán Alegre es ese refugio urbano donde el pulque y la buena onda fluyen por igual. "Aquí los esperamos abrimos toda la semana estamos hasta las 10 de la tarde y los esperamos con los brazos abiertos".