En Sahuayo se realiza una celebración particular, hace más de 50 años los niños se visten de güares y güaches para ir de casa en casa a bailarle a la imagen del santo cristo milagroso pues se acostumbraba colocar un altar en su honor, el pan, las ollas y frutas son elementos que cargaban los indígenas, pero como es para que los niños se vayan acercando a la fé todo se vende en miniatura.
El ciudadano, Francisco Anaya Gálvez, comentó respecto a la tradición: "Cada vez ha ido adquiriendo mayor popularidad, nosotros lo vendíamos, mi hermana lo vendía de 11, 12, 13 y 14 ahora la gente ya lo busca desde el día primero de septiembre andan buscando el panecito"
Anteriormente lo único que llevaban los niños en sus canastos eran figuritas miniatura y fruta, sin embargo, hace cerca de 40 años a la mamá de Zulma quien era panadera se le ocurrió hacer para el canasto de su hija los panes en miniatura, como a la gente le gustó tanto la idea es algo que comenzaron a pedirlo para sus propios canasto
La panadera, Zulma Gómez Anaya, respecto al inicio de la tradición del pan en miniatura aseguró: "El más tradicional la conchita, el cuernito, la tranquita pero después fuimos haciendo de todo el que hacíamos en grande lo estábamos haciendo en chiquito"
Uno de los mayores retos que representa este tipo de panes en miniatura es justamente el tiempo y esfuerzo que requiere hacer cada pieza en miniatura, considerando que cada pan lleva una preparación diferente, sin embargo, no deja de ser un gusto continuar con la tradición que inició su mamá y que cada vez más panaderos de Sahuayo les gustó y adoptaron, ahora no falta quienes visitan Sahuayo para probar los panes en miniatura que son solo para esta temporada.