Las cosquillas resultan una curiosidad del cuerpo, ya que si las has sentido alguna vez, puedes darte cuenta que son muy molestas pero aún así te ríes ¿por qué sucede esto?
Las cosquillas suelen generarse en los lugares más frágiles y sensibles de nuestro cuerpo, como es el cuello, las axilas, las costillas o la planta de los pies, sin embargo, ¿qué sucede en nuestro cuerpo para tener esta reacción?
El cerebro recibe señales de presión a través de la corteza somatosensorial, la corteza cingulada anterior analiza las señales y regula las sensaciones placenteras. El hipotálamo, que regula el pulso, la respiración, el apetito, la excitación y la ansiedad, anticipa el dolor. El cerebro interpreta el cosquilleo como una amenaza por lo que genera estrés, que se libera con una risa involuntaria.
En este sentido no podemos hacernos cosquillas porque el cerebro interpreta un estímulo táctil propio como menos amenazador que uno externo.
