Lugareños alertaron sobre la aparición de decenas de peces muertos de la especie conocida como barrilete, arrastrados por las corrientes marinas hasta la franja costera de playa Blanca, generando sorpresa e inquietud entre turistas y habitantes.
Los ejemplares, de tamaños y pesos similares, quedaron dispersos a lo largo de la playa; algunos presentaban signos de descomposición, mientras que otros mostraban golpes visibles en distintas partes del cuerpo. La escena fue rápidamente difundida en redes sociales, donde usuarios pidieron a las autoridades ambientales investigar el origen del fenómeno.
Entre las hipótesis planteadas destacan cambios en la temperatura del agua, corrientes marinas o el fuerte oleaje que pudo impedir a los peces regresar a mar abierto. Sin embargo, el capitán de barco y experimentado marino, Víctor "Güero" Cano, señaló que si los barriletes presentan desprendimiento de piel a la altura de las agallas, es posible que se trate de ejemplares atrapados previamente en una red de pesca, lo que explicaría su muerte.
Hasta el momento, la mortandad de peces permanece como un hecho inusual sin una causa confirmada. Turistas y residentes esperan que autoridades ambientales emitan un informe oficial que aclare lo sucedido y determine si se trata de un fenómeno natural o de una práctica humana.