Las calles de Zihuatanejo se han convertido en un recorrido de fe y esperanza, con feligreses que honran a la virgen de Guadalupe. Durante estos días, contingentes de parroquias, asociaciones civiles, centros de trabajo y familias enteras han desfilado con cánticos, oraciones y figuras de la "Morenita del Tepeyac".
Entre los asistentes destaca Guadalupe Amaro Velásquez, quien caminó con devoción para pedir protección divina para sus hijos, radicados en Estados Unidos. Desde jóvenes partieron en busca de un mejor futuro, y con las amenazas de deportación de Donald Trump, sus oraciones se enfocan en que la virgen los cuide y guíe.
La iglesia del Angelus, en la plaza Kioto, ha sido el principal punto de encuentro para los contingentes, que se intensifican al caer la tarde. Las peregrinaciones transcurren escoltadas por la Dirección de Tránsito y Vialidad, garantizando seguridad a los fieles que elevan plegarias por la paz, la salud y el bienestar de las familias guerrerenses.
Este fervor guadalupano no solo refleja la tradición de la región, sino también la unión de un pueblo que, en medio de desafíos, se aferra a la fe como fuente de esperanza.