La inversión fija bruta en México cayó 12.5% en abril de 2025 en comparación con el mismo mes del año anterior, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Con esta baja, ya son ocho meses consecutivos en los que la inversión presenta retrocesos, lo que puede tener efectos directos en tu vida diaria como consumidor: desde precios más altos hasta menos empleos y opciones de compra.
Esta disminución en la inversión se debe, principalmente, a una caída de 9.2% en la construcción y de 16% en maquinaria y equipo. En términos sencillos, esto significa que se está construyendo menos y se están comprando menos herramientas o maquinaria para producir bienes, lo que puede impactar en la oferta de productos o servicios que consumimos cada día.
Si se invierte menos en construir, por ejemplo, hay menos desarrollos de vivienda, centros comerciales o infraestructura. Esto puede traducirse en un encarecimiento de los inmuebles, menos opciones de servicios o incluso retrasos en obras públicas.
En cuanto a la maquinaria y equipo, su baja representa un freno a la producción en fábricas o al crecimiento de negocios, lo que puede derivar en productos más caros o escasos.
Según el Inegi, la inversión privada (la que hacen las empresas) cayó 11.9%, mientras que la pública (la que realiza el gobierno) se desplomó 17.8%. Esto refleja una menor confianza para invertir tanto del sector empresarial como del gobierno, en medio de un panorama de incertidumbre por la política comercial de Estados Unidos, país con el que México tiene fuertes vínculos económicos.
Además, en comparación con el mes anterior, la inversión bajó 1.7%. Esto se debió a caídas de 2.2% en maquinaria y equipo, y de 1.1% en construcción, lo que sugiere que el deterioro no solo es anual, sino también mensual, lo cual afecta directamente al ritmo de recuperación económica.
Aunque en 2024 la economía mexicana creció 1.5% anual, en el último trimestre tuvo una contracción de 0.6%. Esto podría anticipar un freno en la actividad económica general, lo cual puede traducirse en menos empleo, menores ingresos y un consumo más cauteloso por parte de la población.
La inversión fija bruta, según explica el Inegi, incluye los bienes que se usan en los procesos productivos por más de un año, como maquinaria, vehículos, edificios o equipo de cómputo. Si esa inversión cae, como ha ocurrido recientemente, el impacto puede sentirse a mediano plazo en la calidad y disponibilidad de los productos y servicios que tú consumes todos los días.