Comprar ropa, accesorios o artículos tecnológicos puede ser una experiencia placentera, pero para algunas personas se convierte en un impulso incontrolable que afecta sus finanzas, relaciones y salud emocional. Se trata del trastorno de compra compulsiva, un problema silencioso que cada vez es más común.
De acuerdo con especialistas en psiquiatría y psicología, este trastorno también llamado oniomanía, se caracteriza por la necesidad de comprar de manera reiterada para aliviar ansiedad, tristeza o estrés. Sin embargo, el alivio dura poco y pronto aparece la culpa o la preocupación por el gasto.
Señales de alerta
? Comprar cosas que no se necesitan o en cantidades excesivas.
? Ansiedad o nerviosismo antes de comprar y alivio inmediato
? Ocultar recibos, facturas o bolsas
? Endeudarse constantemente
? Culpa, arrepentimiento o tristeza tras comprar
Fuente: Psicología
Los compradores compulsivos suelen acumular deudas con tarjetas de crédito, préstamos informales o conflictos familiares por ocultar sus gastos. Además, la conducta genera ansiedad, depresión e incluso aislamiento social, ya que muchos ocultan sus compras o inventan pretextos para justificar paquetes y bolsas.
Las compras en línea y las promociones constantes, como los envíos gratis o las rebajas flash, han multiplicado los casos.
Los expertos recomiendan establecer presupuestos claros, usar efectivo en lugar de tarjetas, y, sobre todo, buscar ayuda psicológica o psiquiátrica cuando la conducta se vuelve incontrolable. En casos graves, se sugiere terapia cognitivo-conductual y acompañamiento financiero.