El paso de los huracanes Otis y John dejó estragos no solo en la infraestructura de Guerrero, sino también en la economía de las empresas constructoras locales, especialmente en Acapulco, Chilpancingo y la región de Costa Chica, que enfrentaron severas afectaciones que limitaron su capacidad de operación.
En el marco de la reconstrucción de hoteles y comercios en Acapulco, la presencia de empresas foráneas ha sido notoria, lo que ha reducido aún más las oportunidades para las constructoras del estado.
Pese al panorama adverso, algunas empresas locales han logrado participar en licitaciones nacionales y desarrollar proyectos como puentes, caminos y redes de agua potable. Con el inicio de nuevos procesos de licitación por parte del gobierno estatal y los municipios, las constructoras locales mantienen la esperanza de obtener mayor participación.
En el caso de Zihuatanejo, se comenzó con el acercamiento, buscando que también otras empresas locales puedan participar en las más de 100 obras que por año realiza el gobierno municipal.
Aunque el contexto ha favorecido a compañías externas, las constructoras guerrerenses continúan en la lucha por recuperar espacio y aportar a la reconstrucción del estado con mano de obra y experiencia local.