En la sierra de Atoyac abren caminos con sus manos

Ante la nula respuesta de autoridades estatales y municipales, habitantes de comunidades de la sierra de Atoyac de Álvarez han tenido que abrir por cuenta propia los caminos afectados por las lluvias del huracán Erick. Deslaves, caída de árboles y toneladas de lodo mantienen incomunicadas a decenas de poblados.

Con palas, picos, machetes y en muchos casos solo con sus manos, hombres y mujeres trabajan desde temprano para liberar los accesos rurales. Están solos y no han visto a ninguna autoridad, pero deben acondicionar sus caminos para no quedar incomunicados por completo..

Los caminos afectados son vitales para el traslado de alimentos, medicamentos y emergencias médicas, por lo que la situación es ya crítica. La falta de paso seguro amenaza con agravar aún más las condiciones de vida de estas comunidades enclavadas en la Sierra Madre del Sur.

Hasta el momento, ni Protección Civil del estado ni del municipio han emitido informes ni enviado apoyo. Los pobladores exigen atención inmediata antes de que nuevas lluvias terminen por aislar por completo a toda la región. La sierra guerrerense, históricamente marginada, enfrenta otra prueba de abandono institucional.