El robo de ganado y los despojos por parte del crimen organizado son una realidad en la Costa Grande y diversas zonas de Guerrero, reconoció el secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del estado (Sagadegro), Alejandro Cepeda Castorena. Sin embargo, la falta de denuncias impide contar con cifras precisas sobre la magnitud del problema.
El funcionario explicó que muchos productores optan por no denunciar estos delitos por temor a represalias, lo que dificulta la actuación de las autoridades y deja a los ganaderos en una situación vulnerable. Además, señaló que algunos rastros han recibido animales sin documentos de procedencia, lo que representa un riesgo tanto legal como sanitario.
Cepeda Castorena advirtió que esta práctica no solo afecta a los productores, sino también a los consumidores, ya que el ganado de origen dudoso podría no cumplir con los controles de sanidad requeridos, poniendo en riesgo la salud de la población.
Ante esta situación, anunció que se reforzarán las medidas de vigilancia en rastros y casetas fitosanitarias para evitar que animales robados o en malas condiciones sean sacrificados y comercializados sin regulación.