Las tranquilas aguas de la bahía de Zihuatanejo, es testigo de una tradición que ha perdurado por generaciones: la pesca con caña. Esta práctica artesanal continúa siendo parte fundamental de la identidad cultural y económica de muchas familias locales.
Desde muy temprano, pescadores, lanzan sus líneas al mar desde la orilla, desde las piedras o incluso desde los muelles o el Paseo del Pescador.
En Zihuatanejo, sus pobladores, han logrado conservar esta costumbre que mezcla paciencia, conocimiento del mar y respeto por la naturaleza. Para muchos pescadores locales, la caña representa no solo una herramienta, sino un legado que se transmite de padres a hijos.
A diferencia de otros métodos más agresivos, la pesca con caña permite una captura selectiva, lo que ayuda a preservar la biodiversidad marina de la región. En la orilla de Zihuatanejo se saca jurel, ronco y robalo.
En los últimos años, esta tradición también ha captado la atención de turistas nacionales y extranjeros, quienes buscan experiencias auténticas. Algunas cooperativas locales ofrecen paseos de pesca recreativa, donde los visitantes pueden conocer de cerca esta práctica en caña y aprender sobre las especies del Pacífico mexicano.
La pesca con caña en Zihuatanejo no solo es una actividad económica, sino un símbolo de identidad, al grado que, en este municipio hay tres competencias de pesca deportiva donde se utiliza este instrumento.