A dos años que Zihuatanejo recibiera el nombramiento de Pueblo Mágico, el reconocimiento continúa generando opiniones diversas entre habitantes y prestadores de servicios turísticos. Mientras unos consideran que se ha mejorado la imagen urbana, otros aseguran que los beneficios económicos aún no se reflejan.
Para los visitantes, Zihuatanejo se percibe hoy como un lugar más ordenado, limpio y tranquilo, atributos que fortalecen su atractivo turístico.
Sin embargo, entre quienes viven del turismo la situación es distinta. Prestadores de servicios aseguran que, pese al nombramiento, las temporadas bajas continúan afectando la economía local.
Por su parte, los residentes coinciden en que la designación ha transformado la imagen urbana del puerto, pero también ha elevado los precios en restaurantes, hospedajes y actividades recreativas.
Aun con las diferencias de opinión, el título de Pueblo Mágico sigue siendo motivo de orgullo para muchos azuetenses, quienes reconocen el valor cultural y turístico, sin embargo, también se abre la pregunta si realmente algo ha cambiado.