En pleno 2025, en una era dominada por la medicina de precisión y los avances biotecnológicos, los remedios caseros siguen ocupando un lugar destacado en los hogares en México. Ya sea una infusión de manzanilla para el dolor de estómago, vapor con eucalipto para descongestionar o el tradicional té con limón y miel para aliviar la garganta, las fórmulas heredadas de abuelas y madres continúan pasando de generación en generación.
Una encuesta realizada por el Observatorio de Hábitos de Salud Popular reveló que el 68% de las personas recurre, al menos ocasionalmente, a remedios caseros.
Remedios populares
Té de jengibre y miel: tos
Agua con bicarbonato: acidez estomacal.
Ajo crudo: antibiótico
Te menta: digestión
Fuente: Instituto Nacional de Salud Pública
El uso de los remedios caseros se debe a factores culturales, económicos y emocionales principalmente en zonas rurales o de escasos recursos, al representar una alternativa accesible frente al sistema de salud. En la medicina tradicional, también se aplican prácticas ancestrales como "las sobadas" que da resultados positivos.
Los médicos coinciden en que muchos remedios caseros no curan enfermedades, pero pueden ayudar a controlar síntomas leves como un dolor de garganta, pero no eliminará una infección viral. La ciencia ha comenzado a estudiar con más rigor estos ingredientes, aunque subraya la importancia de no caer en el uso indiscriminado.
En 2025, los remedios caseros coexisten con la medicina moderna. La diferencia está en el equilibrio. Usarlos como complemento, no como reemplazo, parece ser la clave. Y mientras exista la tradición familiar, las infusiones y remedios caseros continuaran compartiendo espacio con el botiquín.