Rusia anuncia alto al fuego pese al rechazo ucraniano
El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó un alto el fuego de 72 horas en Ucrania, que comenzará a partir de la medianoche de este miércoles, a pesar del rechazo expresado por el gobierno ucraniano.
La tregua coincide con los actos por el 80 aniversario de la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó que la decisión sigue en pie y que las Fuerzas Armadas rusas mantendrán medidas para garantizar que las celebraciones se desarrollen de forma pacífica.
La pausa militar se extenderá hasta la medianoche del 10 al 11 de mayo, periodo durante el cual se espera la visita de una treintena de mandatarios internacionales a Moscú.
Entre los eventos programados está la parada militar del 9 de mayo en la plaza Roja, uno de los actos más simbólicos del calendario ruso. Para esa ocasión, Putin tiene previsto reunirse con los presidentes de Venezuela y Cuba, así como con los líderes de China, Brasil y Eslovaquia durante los próximos días.
Sin embargo, el gobierno ucraniano rechazó la tregua, y su presidente, Volodímir Zelenski, advirtió que no puede garantizar la seguridad de los líderes extranjeros que decidan viajar a Moscú. Al mismo tiempo, las autoridades ucranianas han sido acusadas por Rusia de realizar ataques con drones en distintas regiones, incluidos algunos sobre Moscú.
"El régimen de Kiev sigue demostrando su esencia, su inclinación a las acciones terroristas", dijo Peskov durante una conferencia telefónica con medios, al tiempo que aseguró que no hay nuevas órdenes de represalia, aunque sí instrucciones claras de responder con contundencia ante cualquier provocación.
Desde Washington, la Casa Blanca indicó que prefiere un cese al fuego duradero, más que una tregua temporal. No obstante, el presidente estadounidense, Donald Trump, mostró su respaldo a la iniciativa de Putin, lo que marcó una diferencia en la postura oficial del gobierno estadounidense.
La pausa en el conflicto servirá como vitrina internacional para el Kremlin, aunque sigue generando dudas sobre su efectividad y verdadero objetivo, especialmente cuando el diálogo entre ambas naciones permanece estancado.
