Bacteria “Dragón Amarillo” desploma producción citrícola en Baja California Sur

Una bacteria conocida como "Dragón Amarillo" o HLB (Huanglongbing) ha provocado serios estragos en la producción de cítricos en Baja California Sur, afectando no solo al campo, sino también a la economía local.

Esta enfermedad ataca a árboles de limón, naranja, mandarina y toronja, causando síntomas como hojas amarillentas, retraso en el crecimiento, y frutos pequeños o deformes, lo que reduce drásticamente la productividad.

El diputado Venustiano Pérez alertó sobre el impacto que la enfermedad está teniendo entre los productores del estado, especialmente en el municipio de Comondú, donde la producción ha caído de más de mil toneladas al año a aproximadamente 300. "Así es, se está conviviendo por parte de los productores con la enfermedad para atenuar en algo sus efectos en el árbol, sin embargo no hay un producto que permita recuperar los niveles de productividad que se tenían en Baja California Sur", señaló el legislador.

De acuerdo con la Secretaría de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agropecuario (SEPADA), actualmente se producen en el estado cerca de 2 mil 964 toneladas de cítricos al año ?principalmente naranja y limón?, lo que representa un valor económico de 410 millones de pesos y la generación de aproximadamente 1,000 empleos directos.

Este panorama también ha tenido repercusiones en los mercados locales. Laura Torres, comerciante del mercado Madero, confirmó que los precios de los cítricos han aumentado considerablemente. "Cuando no hay, por ejemplo en diciembre, probablemente sí tengamos el producto, pero viene de fuera del país, no es ni del país. Por eso se incrementan los precios, normalmente va variando, todo depende de la temporada", comentó.

La bacteria HLB fue detectada por primera vez en México en 2009, en el estado de Yucatán, y desde entonces se ha extendido a otras regiones productoras del país. Actualmente, no existe cura para esta enfermedad, pero puede ser controlada mediante la erradicación de plantas infectadas.

Mientras tanto, los efectos del Dragón Amarillo ya se hacen sentir en el campo y en los bolsillos de los consumidores y comerciantes sudcalifornianos.