BCS instala nueva estrategia de paz tras ola de violencia

Baja California Sur atraviesa uno de los momentos más tensos de los últimos años. El multihomicidio ocurrido en noviembre, donde dos familias fueron asesinadas en una colonia de Loreto, cimbró a la entidad y rompió nuevamente la percepción de tranquilidad que la caracterizaba.

Ante este escenario, el gobernador reconoció que el estado dejó de ser aquel territorio apacible y advirtió sobre el desgaste de la convivencia social, los límites del modelo de seguridad actual y la urgencia de replantear estrategias.

Con esta postura fueron instalados el nuevo Consejo Estatal y los Consejos Municipales de Paz y Justicia Cívica, órganos diseñados para reforzar el tejido social a través de la participación coordinada de instituciones, ciudadanía y sectores como la Iglesia.

El obispo coadjutor Miguel Ángel Espinoza Garza destacó que la paz "solo puede construirse entre todos" y afirmó que la Iglesia aceptó integrarse para aportar a esta labor colectiva. Este modelo forma parte de la estrategia nacional impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum para atender las causas estructurales de la violencia mediante una colaboración más amplia entre gobiernos, sociedad civil, universidades y organizaciones religiosas.

El contexto local es crítico, hasta el 31 de octubre de este año se registraron 353 casos de abuso sexual, 155 denuncias por acoso, 8 de hostigamiento, 171 violaciones simples, 37 equiparadas y un caso de incesto, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Además, los homicidios dolosos casi se duplicaron al pasar de 51 entre enero y octubre de 2024 a 99 en el mismo periodo de 2025, de los cuales 72 fueron cometidos con arma de fuego. Comondú se mantiene como el municipio más violento con 40 homicidios, seguido de Los Cabos con 19, Loreto con 15, Mulegé con 13 y La Paz con 12.

El procurador de Justicia del Estado, Antonio López, señaló que la prioridad inmediata es contener los delitos de alto impacto que repuntaron este año y que lo ocurrido en Loreto obligó a implementar nuevas acciones específicas en ese municipio, con el objetivo de cerrar 2025 con control en esta materia y arrancar el próximo año enfocados en otros ámbitos de seguridad.

El gobierno estatal insiste en que la construcción de paz es una responsabilidad compartida entre autoridades, familias, escuelas, iglesias y comunidad.

Con la instalación de los Consejos, se busca identificar las causas sociales de la violencia,analizar la vulnerabilidad del territorio y comprender la influencia del consumo de drogas provenientes de Estados Unidos en los patrones delictivos locales, con la expectativa de que esta estructura no se quede en un espacio simbólico, sino que logre incidir realmente en la reconstrucción del tejido social.