Desesperadas por el paso de los días y la falta de respuestas concretas, las familias de Julio César Zúñiga y Jesús Iván Rodríguez Leyva, pescadores sudcalifornianos detenidos en Estados Unidos, viajaron desde Puerto San Carlos hasta la capital del estado para exigir ser escuchadas por el gobernador Víctor Castro Cosío y que el caso llegue a la presidenta Claudia Sheinbaum.
"¿Cómo le voy a decir a mi niña lo que va a pasar? ¿Cómo le voy a dar las palabras? Solo queremos ser escuchados y que el gobernador nos ayude, más que nada, a llegar a la presidenta", clamó Maricruz León Osuna, esposa de Julio César Zúñiga.
Ambos pescadores fueron detenidos en la ciudad de Del Mar, California, tras un naufragio ocurrido en la playa estatal Torrey Pines, en el que intentaban auxiliar a un grupo de migrantes. Un video grabado desde la costa documenta cómo los sudcalifornianos arriesgan su vida para rescatar personas en el mar, regresando incluso al agua tras haber alcanzado la orilla para brindar su propio salvavidas.
En las imágenes se observa a Julio César regresar para ayudar a un migrante, y a Jesús Iván realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar. Pese a sus esfuerzos, cuatro personas murieron: dos mexicanos y dos originarios de la India.
El Consulado Mexicano en San Diego confirmó que los connacionales recibieron asistencia consular, aunque las familias aseguran que se trata de pescadores experimentados que fueron contratados por sus habilidades en altamar, no de traficantes. "Ellos solo cruzaban como migrantes", insisten.
"Si fueran delincuentes, en ese momento hubieran tenido oportunidad de huir. Conocen el mar. Pero decidieron quedarse y salvar vidas", defendió Claudia González, cuñada de uno de los detenidos.
El dolor de la distancia y la incertidumbre se mezcla con el miedo de una posible condena a muerte. La familia de Julio César intenta proteger a su hija de siete años del horror que se avecina.
"Ella no sabe de la pena de muerte, solo sabe que su papá no va a estar por un tiempo. Él está pensando solo en ella", compartió su esposa, visiblemente afectada.
Durante su visita a La Paz, las madres de los jóvenes fueron recibidas únicamente por el secretario general de Gobierno, Saúl González, y representantes de la Secretaría de Gobernación. No lograron su objetivo de ser escuchadas por el gobernador.
"No queremos hablar con nadie más. Queremos hablar con usted, señor gobernador. Que nos escuche, que mande un oficio a la presidenta diciéndole que los sudcalifornianos la necesitamos en San Diego, California", exigió Claudia García, familiar de uno de los detenidos.
A pesar de reconocer que las decisiones que tomaron sus familiares pueden haber sido equivocadas, insisten en que deben ser juzgados como lo que son: migrantes en busca de una oportunidad de vida mejor.