El Gobierno de la Ciudad de México rechazo los actos de violencia registrados el viernes en el marco de la protesta en contra la gentrificación.
La Jefa de Gobierno, Clara Brugada, advirtió que no se puede permitir que una manifestación derive en agresiones o destrozos, ni tampoco que se registren expresiones de discriminación y xenofobia.
"Sí al derecho a las manifestaciones, sí a las expresiones sociales, pero no a la agresión y a la violencia a particulares, a personas que no tienen nada que ver con las manifestaciones".
Llamó a mantener un equilibrio entre la libertad de expresión y el respeto a la diversidad que caracteriza a la Cdmx.
Reiteró que su administración no está de acuerdo con la gentrificación, y destacó que su administración aplica medidas y políticas públicas para atender este fenómeno con acciones como la construcción de vivienda social en zonas céntricas, el mejoramiento habitacional con créditos accesibles, y la entrega de vivienda a grupos vulnerables como pueblos indígenas.
"Necesitamos hacer más para enfrentar la gentrificación, este es un fenómeno no solo de la Ciudad de México, sino de otras ciudades del mundo; y se han hecho medidas legislativas y tenemos que hacer otro tipo de medidas, que las estaremos comentando ya muy pronto".
Adelantó que se prepara una estrategia conjunta entre la Secretaría de Gobierno y la Secretaría de Seguridad Ciudadana para proteger tanto el derecho a la manifestación como la integridad de terceros.
El secretario de Gobierno, César Cravioto, precisó que se buscará el diálogo con todas las organizaciones sociales para establecer protocolos que permitan marchas sin violencia, y advirtió que se actuará para proteger a personas ajenas a las protestas, así como a comercios y viviendas.
"Los derechos de quienes se manifiestan deben coexistir con los derechos de quienes no participan en las protestas. Esta es una ciudad de derechos, pero para todas y todos".
El viernes por la tarde cientos de personas protestaron en contra del fenómeno de la gentrificación en zonas céntricas como Condesa y Roma. La movilización terminó en daños materiales a comercios y agresiones verbales.
La alcaldía Cuauhtémoc contabilizó 13 inmuebles con vidrios rotos y uno de ellos con robo de mercancía, asi como daños y pintas en mobiliario urbano y casas.