Pekín hizo historia este jueves con la apertura de los primeros Juegos Mundiales de Robots Humanoides, un evento sin precedentes que reúne a 280 delegaciones de 16 países.
Durante cinco días, hasta el 17 de agosto, las máquinas competirán en 26 disciplinas distribuidas en cuatro categorías, en un escenario que mezcla tecnología de vanguardia y espectáculo deportivo.
La ceremonia de apertura se llevó a cabo en el Óvalo Nacional de Patinaje de Velocidad "Cinta de Hielo", sede olímpica en 2022, que ahora luce como una gran pista azul adaptada para fútbol, gimnasia y otras pruebas. Ante unas 8,000 personas, 15 robots Booster T1 y K1 protagonizaron una coreografía inicial, seguidos por un desfile de 25 robots con inteligencia artificial, marchando de forma autónoma y sin control remoto, como si fueran atletas humanos.
El acto siguió el esquema de unos Juegos Olímpicos tradicionales, con un encendido simbólico de "la llama del corazón" de los robots, juramento de los participantes y vuelta olímpica. El público también disfrutó de presentaciones musicales y exhibiciones de robots que ya habían brillado en competiciones como la RoboCup o en eventos deportivos de Pekín.
Las disciplinas competitivas incluyen desde atletismo (100 y 400 metros, relevos 4×100, vallas, salto de longitud y altura) hasta fútbol, con el torneo RoboCup Asia-Pacific Beijing Masters como atractivo principal. También habrá pruebas de gimnasia de suelo y disciplinas de exhibición como danza, artes marciales y rutinas creativas. Otras competencias simulan entornos industriales, hoteleros o farmacéuticos, con robots realizando tareas de logística, clasificación y atención al cliente.
Aunque el evento tiene carácter "mundial", la participación internacional se concentra sobre todo en el fútbol. La mayoría de las demás disciplinas cuentan con equipos exclusivamente chinos, reflejando el liderazgo del país en robótica humanoide y su apuesta por convertir esta tecnología en motor de desarrollo.
El espectáculo también incorporó elementos culturales para atraer al público. Robots caracterizados como guerreros de terracota o figuras míticas como Sun Wukong y Nezha compartieron protagonismo con demostraciones en las que robots compitieron contra personas en tenis de mesa o baloncesto. En los pasillos del recinto, visitantes pudieron pedir café o jugo a máquinas robotizadas, como si estuvieran en un futuro cercano.
Este encuentro se da en un momento clave para la industria china de inteligencia encarnada. Solo en lo que va de 2025, doce empresas han firmado contratos por casi 500 millones de yuanes.
En 2024, el país fabricó 556 mil robots industriales, equivalentes a dos tercios de la producción mundial, y lidera también en patentes. Expertos calculan que la llegada masiva de robots humanoides a los hogares aún tardará entre dos y tres años, debido a su alto costo y a retos de seguridad.
Con este evento, Pekín no solo busca entretener, sino demostrar al mundo que su robótica humanoide está lista para saltar del laboratorio al terreno de juego? y quizás, pronto, al día a día de millones de personas.