En la actualidad, muchas mujeres mexicanas tienen la opción de elegir cuándo y si desean convertirse en madres. Sin embargo, esta decisión no siempre es tan sencilla, ya que las condiciones laborales e institucionales juegan un papel fundamental en cómo la maternidad impacta su desarrollo personal y profesional.
La socióloga Lorella Castorena destacó que la disminución en la tasa de fecundidad entre las mujeres mexicanas está estrechamente relacionada con el aumento en los niveles de escolaridad. Una educación más avanzada ofrece a las mujeres herramientas para planificar sus vidas, acceder a empleos formales y tomar decisiones informadas sobre su salud reproductiva.
No obstante, Castorena subrayó que esta baja en los nacimientos no debe verse solo como una consecuencia de los cambios culturales o de aspiraciones individuales, sino también como el reflejo de un entorno que no siempre ofrece las condiciones necesarias para una crianza adecuada.
Sin un apoyo institucional sólido, como licencias de maternidad, acceso a guarderías, seguridad laboral y servicios de salud, muchas mujeres enfrentan dificultades para tomar la decisión de tener hijos. La postergación o la renuncia a la maternidad no siempre responde a la falta de deseo, sino a la ausencia de garantías para ejercer esta maternidad de manera digna.
Castorena también hizo énfasis en que la maternidad no debe ser vista como un sacrificio, sino como una parte integral de un proyecto de vida. Sin embargo, señaló que para lograrlo, no basta con la voluntad individual, sino que es necesario contar con un sistema institucional que respalde y respete las decisiones reproductivas de las mujeres.
"Porque tienes un proyecto de vida, sientes que la carga de los hijos sin un sistema de cuidados adecuado, porque no hay un sistema adecuado de cuidados, está en proceso, pero eso va a tardar." concluyó.