El pasado 24 de septiembre, la vida de una perrita cambió por completo. Infestada de garrapatas, se volvió viral luego de que, al llegar a la entrada del hospital ISSSTE Conchalito en La Paz, comenzara a desprender lo que testigos describieron como "una plaga" de parásitos.
La denuncia en redes sociales generó una rápida movilización de organizaciones defensoras de animales, quienes acudieron para rescatarla. A nueve días del hecho, la perrita ya tiene nombre: Zoé, y se encuentra en recuperación, en vísperas de encontrar un hogar definitivo.
Hannia Trujillo, rescatista e integrante de la organización Peluditos Rescate, explicó que gracias a la solidaridad de la comunidad, Zoé recibió atención especializada. Aunque llegó con múltiples lesiones en la piel, un cuadro de desnutrición y una fuerte infestación de garrapatas, hoy su salud avanza positivamente. "Para toda esa gente que anduvo diciendo que la perrita estaba contagiando y que estaba enferma, les informo que no: la perrita está sana", aclaró Trujillo.
Los especialistas recuerdan que las garrapatas no solo causan dolor y debilidad, sino que también pueden transmitir enfermedades graves como Lyme o Rickettsiosis, que provocan fiebre, pérdida de peso y anemia. Zoé llegó incluso con los ojos inflamados debido a la gran cantidad de picaduras.
Más allá de un caso aislado, su rescate refleja la realidad de miles de perros callejeros en La Paz, donde se estima que existen cerca de 50 mil en situación de abandono. Muchos son ignorados, atacados o estigmatizados, en lugar de recibir ayuda.
Las rescatistas insisten en que pequeñas acciones pueden marcar la diferencia: donar alimento, ofrecer un hogar temporal, promover la esterilización o simplemente no ser indiferentes ante el sufrimiento animal. Hoy, Zoé simboliza la esperanza de un futuro distinto para los animales callejeros, recordando que la empatía y la solidaridad son también parte esencial de una comunidad sana.