Desabasto y rezago afectan a pacientes con TDAH

En México, se estima que cerca de 2 millones de personas viven con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), una condición neurológica que afecta la concentración, el comportamiento y el estado emocional, y que suele detectarse en la infancia, aunque puede persistir en la adultez.

Sin embargo, el acceso a un tratamiento digno y constante en instituciones públicas de salud sigue siendo limitado y precario, como lo relata Citlalli Salgado, una mujer de 28 años, activista neurodivergente, diagnosticada con TDAH a los 19 años. "Mi nombre es Citlalli Salgado, tengo 28 años, soy activista neurodivergente y mi diagnóstico es Déficit de Atención con Hiperactividad", compartió.

Desde su diagnóstico, Citlalli ha enfrentado dificultades como depresión, ansiedad, problemas para mantener un empleo y falta de control emocional, todo agravado por la inaccesibilidad de servicios de salud mental en el sistema público. Obtener una cita con un especialista representa un proceso largo y desgastante, que no se adapta a las urgencias de las personas neurodivergentes.

Además de los tiempos de espera excesivos, el desabasto de medicamentos psiquiátricos esenciales como la Sertralina, Risperidona, Alprazolam, Escitalopram, Metilfenidato y Quetiapina complica aún más la continuidad del tratamiento. De acuerdo con la organización Cero Desabasto, estos fármacos no están disponibles de forma regular en hospitales públicos. "El sistema no está adaptado para personas neurodivergentes", denunció Citlalli, quien recurrió a una campaña en redes sociales para recaudar fondos y poder acceder a consulta privada y tratamiento oportuno. Gracias al apoyo ciudadano, el 19 de mayo logró acceder al medicamento Metilfenidato, clave en su tratamiento.

No obstante, los costos siguen siendo elevados. Una consulta con un psiquiatra privado puede superar los $1,500 pesos, y los medicamentos mensuales oscilan entre los $800 y $1,000 pesos, lo cual es insostenible para muchas personas. "Es muy difícil comprender por qué es tan urgente hasta que lo vives. No soy la única, hay muchísimas personas en el estado que estamos pasando por una situación similar", expresó.

Citlalli estima que necesita alrededor de 36 mil pesos para continuar con su tratamiento y seguimiento especializado durante el resto del año.

La historia de Citlalli no es un caso aislado, sino un reflejo de una crisis estructural en la atención de salud mental en México. Las personas neurodivergentes enfrentan múltiples barreras para recibir un tratamiento digno, constante y especializado. Su testimonio es un llamado urgente a mejorar los servicios públicos de salud mental, con más recursos, programas adaptados y personal capacitado que garantice una vida de calidad para todas las personas con TDAH y otras condiciones similares.