Los residuos de hidrocarburos, aceites de automóviles y derivados del petróleo constituyen un serio riesgo para la salud pública y el equilibrio ambiental si no se manejan adecuadamente, advirtió Leonardo Álvarez, profesor investigador del área de Marinas y Costeras de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS).
El especialista explicó que es fundamental diferenciar entre los tipos de contaminantes, ya que mientras algunos, como las gasolinas refinadas, tienden a evaporarse rápidamente, otros permanecen por más tiempo en el medio ambiente, provocando daños prolongados al suelo y la flora. "Al fin de cuentas, si se trata de un hidrocarburo refinado como la gasolina, aunque permanezca relativamente poco tiempo en el medio ambiente, de cualquier manera tendrá un efecto en el suelo, muy posiblemente causando infertilidad y limitando su uso por la flora en el corto plazo", señaló Álvarez.
Además, advirtió que el riesgo no se limita a la superficie, pues estas sustancias pueden filtrarse a diferentes profundidades del terreno, aumentando la posibilidad de alcanzar el manto freático y afectar la calidad del agua subterránea.
El investigador también subrayó que prácticas como la incineración de residuos contaminantes no representan una solución, ya que liberan compuestos tóxicos a la atmósfera que terminan afectando la salud de las personas y el entorno. Álvarez hizo un llamado a reforzar las políticas de manejo adecuado de residuos peligrosos y a la responsabilidad ciudadana para evitar que estos contaminantes sigan poniendo en riesgo los ecosistemas y la salud pública.