Cada 7 de junio se conmemora en México el Día de la Libertad de Expresión, una fecha que subraya la importancia de una prensa libre e independiente para el buen funcionamiento de la democracia. En Baja California Sur, periodistas con distintas trayectorias coinciden en que el ejercicio de este derecho existe, pero enfrenta constantes desafíos.
Elías Medina Pinedo, con 22 años de experiencia en medios como El Sudcaliforniano, Cabo Mil, y MVS, considera que el periodismo ha cambiado profundamente en poco tiempo, convirtiéndose en uno de los oficios más riesgosos. "Era el mejor oficio del mundo, y lo sigue siendo en alguna medida, pero también se volvió uno de los más peligrosos. México ocupa el tercer lugar a nivel mundial como el país más riesgoso para ejercer el periodismo", expresó.
Desde 1995, al menos 156 periodistas han sido asesinados en México por investigar temas relacionados con crimen organizado, inseguridad o narcotráfico, según cifras de Reporteros Sin Fronteras.
En La Paz, Gilberto Santisteban, con 13 años en el gremio, afirma que aunque la libertad de expresión existe, hay presiones menos visibles pero igualmente graves. "Hay muchas formas de evitar que los periodistas trabajen. No solo con amenazas o violencia; los bloqueos informativos también son una forma de agresión", denunció. "Si no accedemos a la información, ¿cómo podemos ejercer nuestra libertad de expresión? Hoy en día enfrentamos bloqueos por parte de ayuntamientos, del Gobierno del Estado, incluso del Congreso", añadió.
Por su parte, Raúl Rodríguez de León, con dos años como reportero, reconoce que el ejercicio periodístico exige ética, responsabilidad y compromiso, especialmente ante las condiciones difíciles del trabajo en campo. "La comunicación es una herramienta poderosa. Hay que saber usarla para no afectar a terceros, y siempre transmitir información correcta", comentó. "Trabajar en la calle es uno de los grandes retos. Entramos y salimos de zonas con temperaturas extremas, sin condiciones adecuadas", explicó.
La libertad de expresión no solo implica el derecho a hablar o escribir, sino también el acceso a la información y el respeto hacia quienes ejercen este derecho como parte de su labor profesional. A pesar de los riesgos, periodistas sudcalifornianos mantienen su compromiso con la verdad, con su comunidad y con la responsabilidad social de informar con ética.