En Baja California Sur existen más de 214 mil contratos vigentes de tarjetas de crédito, lo que representa que el 10.5% de la población de entre 18 y 70 años dispone de una, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
En La Paz, la economía familiar se encuentra al límite. Lorena Flores, habitante de la ciudad, explicó que con los precios actuales apenas logran cubrir lo indispensable. Cada semana debe ajustar al máximo su presupuesto y limitar las compras para que el dinero alcance. "No nos podemos sobrepasar en los gastos? ha subido mucho todo." "Las tarjetas de crédito? pagas un mes, descansas, y al otro lo vuelves a reutilizar? así sobrellevamos la economía."
Para muchas familias, las tarjetas se han convertido en un "salvavidas" temporal, aunque a largo plazo implican complicaciones financieras.
El analista económico Iván Arroyo, de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, advirtió que antes de recurrir al crédito es fundamental preparar un presupuesto claro que incluya ingresos, gastos fijos y deudas. Recomendó identificar y reducir los gastos hormiga, así como pagar primero las deudas con intereses más altos. "Tenemos que entender que es un juego económico? el consumo también reactiva la economía." "Va a llegar el año que viene y se te van a encimar dos pagos? se vuelve una bola de nieve."
A la difícil situación se suma la experiencia de ciudadanos como Víctor González, quien asegura que evita las tarjetas de crédito para no comprometer sus finanzas y se limita a gastar únicamente lo que lleva en efectivo. "Yo no uso tarjetas? nada más lo que traigo en la cartera. "Está difícil porque está el día uno y trabaja, pero como todo sube, no rinde."
Durante el Buen Fin, entre el 60% y el 80% de los mexicanos realizaron compras con tarjetas de crédito, lo que confirma la dependencia creciente de este método de pago.
La inflación, los salarios que no alcanzan y la imposibilidad de ahorrar están empujando a más familias a depender del crédito como forma de sobrevivir. En Baja California Sur, el financiamiento a través de tarjetas se ha convertido en parte del día a día, pero también en un riesgo que podría derivar en sobreendeudamiento para miles de hogares.